martes, 11 de enero de 2011

Comprar, tirar, comprar

Por medio de Twitter me llegó la noticia desde Engadget sobre un documental de TVE 2 que pasaron anoche llamado "Comprar, tirar, comprar". El documental trata del concepto de la obsolescencia programada.

Gracias a la excelente implantación de RTVE en Internet el documental puede ser visto incluso aunque se lo perdiera en directo. Puede acceder a estas direcciones y buscar el documental. Merece la pena verlo.

Si tienes un iPad puedes verlo aquí bajo el epígrafe "Programas"

Si entras desde tu PC búscalo en esta otra página

¿Qué es la obsolescencia programada? Básicamente consiste en que los productos salen con fecha de caducidad para que se estropeen en un tiempo determinado. En el documental muestran varios ejemplos como las bombillas incandescentes que duraban 1.000 horas o el caso que inicia el documental relacionado con las impresoras de tinta.

Por esas casualidades de la vida, el fin de semana me ví en la necesidad de imprimir unos ejercicios de mi hija para el colegio y desde hace tiempo tengo la impresora rota. Una HP Laserjet bastante maja que se frió por obra y gracia de Iberdrola que en mi zona tiene constantes sobretensiones. Cuando llamé a mi compañía de seguros me dijeron que debía llevarla a reparar y que debían escribir un informe técnico sobre los motivos de la rotura para que una vez pagada la factura los de la compañía de seguros me la reembolsaran. Al llamar al servicio técnico me dijeron que si la llevaban ellos la repararían pero que el coste de reparación sería mayor que el de una nueva y claro, si el informe técnico, que se comprometieron a hacer, no era aceptado por la compañía de seguros me encontraría pagando por una impresora reparada más que por una nueva. Como no tengo mucha necesidad de imprimir pues la situación quedó en el aire, no la reparé ni compre una nueva.

Como a la niña le urgía imprimir sus deberes para la vuelta de vacaciones saqué del baúl de los recuerdos mi impresora de tinta. Uso el truco de tener los cartuchos en la nevera con lo que no se me secan aun pasando, como es el caso, más de tres años desde que los desembalé (recomiendo el truco, mételos en una bolsa de plástico con cierre zip y déjala en la puerta en la zona donde se suelen guardar los huevos o la mantequilla).

La impresora era mi impresora principal cuando tenía el PC con XP pero luego pillé la HP con conexión de red y dejé de lado la de tinta solo para imprimir en color. Vale, pues conecto la Lexmark al PC de mi mujer con Windows7 y cargo el CD de instalación. Sorpresa. No se soporta en Windows7. Si en Vista, pero no funciona en Windows7 y eso que he realizado varios intentos a bajo nivel y sabéis que mis conocimientos son buenos en estos temas. Nada que hacer. Bueno, sin miedo, conecto la Lexmark a mi iMac y cargo el CD de instalación. Sorpresa. Solo se soporta hasta la versión 10.5 de Mac OS X y yo ya tengo la 10.6 (Snow Leopard).

Una impresora en perfecto estado, con cartuchos conservados perfectamente en la nevera como la cabeza de Walt Disney, pero que ya no tiene driver ni para Windows7 ni para Snow Leopard. ¿Casualidad? A ver, ¿me están diciendo que la 10.5 y la 10.6 o Vista y Windows7 difieren tanto que los programadores de Lexmark no han podido sacar una versión del driver? No, los programadores no son los culpables. El culpable es la obsolescencia programada. Como hay gente como yo que no usa suficiente la impresora como para que se "averíe" como la del documental (véanlo si aun no lo ha visto) pues los fabricantes dejan de dar soporte a sus productos.

Un vecino, ex-jefe, ex-socio y pese a todo eso buen amigo me imprimió los deberes de la niña, pero además me recomendó una tienda en el polígono Europolis en Las Rozas de Madrid donde venden electrodomésticos y gadgets de outlet. Outlet son productos de series pasadas, exposiciones, etc, que se venden a un precio inmejorable y que se garantizan por un año. En la calle Londres del citado polígono tienen esa tienda. Pues bien he elegido una impresora láser color con conexión a red ethernet marca Canon modelo LBP7200Cdn. Su PVP en tiendas es de alrededor de 350 euros, es de gama alta. A mi me ha costado 99 euros, cartuchos incluidos.

Impresionante ¿verdad? Pues hombre, el problema es cuando se me gasten los cartuchos incluidos porque tiene 4, uno negro y tres de color y el de negro cuesta como 98 euros y los de color unos 115 euros cada uno. Efectivamente, más de 400 euros me costará volver a cargar de toner la impresora, o como hace el amigo que me presentó la tienda, se va, compra otra nueva de outlet y listo.

Obsolescencia programada. Y el medio ambiente y los recursos del planeta, pues eso... Y la vieja a la basura para que termine en un vertedero de Ghana, como en el documental.

Hmmm... ¿les he recomendado ya que vean el estupendo documental de La 2? Véanlo.

15 comentarios:

MatterHorn dijo...

Jejeje, justo la semana pasada estaba hablando con mi peluquero de su cambio de televisión en la peluquería. Tenía normalmente una tele de 14 pulgadas y ahora había pasado a una tele plana de unas 22 pulgadas. Cuando le pregunté si se le había roto, por fin, la vieja, su respuesta fue que no, pero que sus hijos querían conectar la consola en casa a una tele independiente y que lógicamente no iba a comprarles una tele nueva sólo para eso. Lo mejor vino cuando dijo lo siguiente: "seguro que esta tele nueva no me dura los 15 años que tiene la que he retirado". Y lo peor es que seguro que tiene razón ;-).
A mí en mi casa me pasa parecido; tengo una tele con más de 15 años y sigue viéndose como el primer día....¡pero sólo tiene 14 pulgadas! ese es el handicap.
Es una verguenza que los propios fabricantes hagan obsoletos sus productos a base de no darles soporte con el paso del tiempo. Para mí un buen motivo para no comprar una marca. Durante un tiempo tuve un viejísimo PC Compaq Deskpro, y a pesar de tener tb. más de 10 años, la casa seguía dándole soporte y sacando actualizaciones y drivers. Eso es soporte.

Eduardo dijo...
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Eduardo dijo...
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Eduardo dijo...

El problema de los fabricantes es que le dan año tras año una vuelta de tuerca a la presión al consumidor. Crean dispositivos “basura” que generarán dinero en su mantenimiento y no en su venta. Venden impresoras con cartuchos “capados” con la mitad de capacidad de copias que el estándar, con la intención de ganar dinero en la venta del cartucho. Los resultados :

a- Se llenan las calles y la red de tiendas de cartuchos piratas, recargados, reciclados o como quieran autodenominarse que no siempre dan los resultados esperados.

b- El consumidor, y como argumenta ese estúpido eslogan, dice “yo no soy tonto” y se compra otra impresora con cartuchos de media capacidad que volverá a tirar cuando se agoten sus cartuchos o toner. En el mejor de los casos llenamos el punto limpio de impresoras nuevas con los cartuchos agotados. ¡Pero no nos preocupemos, sus componentes son Rohs!

Este tema de los productos con caducidad llega a su mayor exponente en el mundo automoción. Los gobiernos han inventado leyes anticontaminación que han servido de palanca para el desarrollo desenfrenado de los propulsores. Gastan y contaminan menos, pero lo hacen gracias a esos dispositivos. NO siempre. Hay algunos dispositivos que aportan poco y cuya producción crea más contaminación de la que reduce. Han llenado el coche de sensores, sondas, válvulas, y dispositivos cuya vida es limitada y que en algunos casos producen roturas mecánicas cuando se averían. El resultado es que la vejez de los actuales coches es desastrosa. Si un día hubiese una depresión realmente fuerte en occidente, será afortunado el que tenga en su poder un coche anterior a la inyección, un 2cv, r5, 4l, land rover santana, un toyota landcruiser de los cuadrados y sin turbo. Esos seguirán funcionando y podrán abastecerse de piezas realmente sencillas. Y esos a buen seguro no caducan. Por cierto que el coche es más grave que las impresoras. Si tenemos en cuenta que para la mayoría y tras la vivienda, es el segundo producto más caro, y que el residuo que deja pesa más de una tonelada...

Eduardo dijo...
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Eduardo dijo...

Hablando de basura, siento la generada, cosas del mundo modo texto y el copy/paste...

Javier Fernandez dijo...

Matterhorn,

Cuando me fuí a vivir solo dejando la casa de mis padres compré una televisión de tubo de 22" en el Continente. Te hablo del año 90 o así, no recuerdo, el caso es que aun no eran Carrefour. La tele era de marca blanca, la marca que hacían para Continente. Luego me case y me llevé esa misma tele al nuevo domicilio, para entonces era el año 96. Después nos mudamos a la sierra a otra casa, año ya 2001, y por supuesto me la llevé.

En las Navidades del 2003 decidí que esas 22" quedaban ridículas en el salón (30 mts2 más o menos) y fuí al MediaMarkt (si, soy así de tonto) y compré una de 29" también de tubo. Cuando volví a casa saque del coche la nueva (con gran esfuerzo) y la metí en casa y estaba sacando la vieja de casa para dejarla en algún sitio cuando pasó un coche con unos extranjeros que me preguntaron si estaba rota. Les dije que no, que se la regalaba y entre a por el mando a distancia y se la llevaron, 13 años después de la compra. Estoy seguro que seguirá funcionando.

Así fabricaban antes. La de 29" dió un problema después de una tormenta en el 2010 y al ir a repararla me contaron la cantinela de le va a salir más cara que una nueva. Se la regalé a un jardinero, que la reparó y yo me compré una plana de 42".

Javier Fernandez dijo...

Eduardo,

No pasa nada. Así parece que hay más comentarios, jajaja

¿Has visto el documental? Mola bastante.

MatterHorn dijo...

Ya está hecha la tarea (o sea, ver el documental). IMPRESIONANTE, no porque cuente muchas cosas nuevas, que más o menos siempre hemos sospechado algunos mal pensados, sino porque les pone nombre y, en algunos casos, cara. Debería ser de obligada visión en los centros de enseñanza (pongamos que en los institutos para que sea mejor entendido). Yo desde luego pienso difundirlo "viralmente" entre todos mis contactos. Gracias por difundirlo.

Javier Fernandez dijo...

Gracias Pau,

Ya te he mandado el mensaje.

Gracias por leerme,
Javier.

Anónimo dijo...

Gracias por el enlace. Buen artículo. Las impresoras son quizás el mejor ejemplo de este disparate.

serantes dijo...

Buen artículo, muy interesante el tema.
Yo evito que los equipos cumplan su ciclo de vida mediante un cambio a los pocos meses; no pierden su valor y tengo la oportunidad de hacerme con otro más moderno ;-). Un vicio como otro cualquiera.
Un abrazo y enhorabuena por tus entradas.
Saludos
David Serantes

Eduardo dijo...

siguiendo con lo dicho... Es algo que todos podíamos imaginar, pero ¿Se atrevería un gobierno a legislar estos aspectos en pro de “la economía sostenible” y el "buen rollito"?

Se puede llegar a razonar el caso de la impresora que cuenta el documental, pero ¿Como se explica que año tras año sea más rentable cambiar de impresora, que comprar el toner o cartucho en el que se supone se fundamenta la rentabilidad del producto? ¿Estamos todos engañados y el producto es rentable en sí mismo por tener cartuchos de mitad de capacidad?

Eduardo dijo...

Hoy se le a parado el portátil a mi mujer. Parece que la batería ha dicho basta. Cuando le han preguntado en su trabajo por los años que tiene y a dicho que 8, le han mirado con cara rara como si se tratase de un bicho de otro planeta. ¡¡¡Como puedes estar con un ordenador de hace 8 años!!! Pues si tu trabajo es leer mail , hacer textos y presentaciones, se puede. cualquier con conocimientos básicos de sistemas sabemos que, un Xp sp2 un Chrome y un Thunderbird o mejor aún un webmail, se puede y sin problema. Eso sí, siempre que desactives las actualizaciones del sistema operativo, que eso si que es obsolescencia programada.

Unknown dijo...

También vi ese programa, llevado desde barrapunto.com. Yo trabajo en el centro de cómputo de una escuela pública, y curiosamente dos días antes de encontrar el enlace, a tres máquinas HP del mismo modelo se les dañó irreparablemente el disco duro. Se me hizo demasiada coincidencia que las tres se dañaran por la misma causa, y mi espíritu proclive a las teorías conspiratorias encontraron rápidamente la explicación...
Sin embargo, lo que quería comentar es que la solución para volver a hacer funcionar los viejos equipos es utilizar Linux: hasta ahora no he encontrado una impresora que no se instale y funcione correctamente.
Por mi parte, procuro imprimir lo menos posible, y para ello tengo una viejísima hp deskjet 3940, que no he querido cambiar porque funciona perfectamente, y además los cartuchos los relleno personalmente (esos modelos aún no traían candados de hardware). Uno de ellos que se secó por falta de uso, lo rehabilité dejándolo remojar un día en líquido limpiador de cristales....