miércoles, 30 de marzo de 2011

Por imperativo legal... moderaré los comentarios

De resultas que en este país nuestro el Tribunal Supremo ha fallado indicando que los webmasters son responsables de los comentarios que se realicen en sus webs.

Así que esto me obliga en adelante a auditar y vigilar los comentarios que realicen en este blog.

¡Alegría! ¡Viva la libertad de expresión!...

... y todo por El Rey del Pollo Frito al que no le gustan las críticas.

¡Quién te ha visto y quien te ve, campeón!

6 comentarios:

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Este es un blog alojado en Blogger.
Esta bajo jurisdicción de Estados Unidos, no de España.
Debe preocuparse por los fallos y leyes de ese país antes que por los de España.

Por las dudas debiera leer el acuerdo de licencia de Blogger, por un lado; y consultar a un abogado, por otro lado.

Javier Fernandez dijo...

También muchas páginas de enlaces P2P están basadas en el extranjero y eso no está impidiendo que la policía y los jueces llamen a las puertas de sus gestores domiciliados en España. No tengo conocimientos profundos de leyes, pero me parece el mismo caso.

Así que ante la duda...

MatterHorn dijo...

Prometo no hablar de "comer alitas de pollo" ni quedar para ir al KFC en ningún comentario en este blog, no vaya a ser que algún otro pollo se ofenda ;-).

Anónimo dijo...

Hasta cierto punto tiene lógica. Salvo que quienes escriben en tu blog estén perfecta e inquívocamente identificados (cosa imposible actualmente), alguien tiene que ser responsable de las burradas que los usuarios del blog puedan llegar a decir de otra persona.

Ahora bien, esta nueva situación te va a suponer un currazo de mil demonios.

Javier Fernandez dijo...

Afortunadamente... bueno, no, en realidad, por desgracia... no tengo muchos comentarios, ergo es fácil autorizarlos.

Pero... burradas o no, te digo lo que Evelyn Beatrice Hall (la frase es atribuida erroneamente a Voltaire, la dijo en realidad esta amiga suya):

"Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo"

Hacerme a mí responsable de las opiniones de otros (incluso sin compartirlas) es coartar la libertad de expresión. Los comentarios están identificados en la medida de que no permito comentarios anónimos; hay que registrarse en Blogger para comentar. Pero visto lo visto tengo que moderarlos para no verme en un problema.

Ahora, ¿te imaginas lo que puede ser blogs o periódicos que tienen cientos y a veces miles de comentarios a las noticias? Terminarán por quitar la opción de los comentarios, y hay veces que difruto más leyendo los comentarios que la propia noticia.

No, sinceramente pienso que esta decisión del TS es un error.

Anónimo dijo...

En mi comentario anterior no me refería a opiniones. Me refiero, por ejemplo, a que alguien entre en un blog y vierta una acusación falsa de algún delito especialmente grave o repugnante sobre otra persona, generalmente alguien con relevancia pública. Basta que aportes unas pruebas o un relato meramente coherente, aunque falso, que lo hagas en unos cuantos blogs adecuados y vuala!!. A ver cómo lo paras. Aún hoy en día hay quienes sostienen el bulo famoso de Ricky Martin con una de sus fans, la mermelada y el perro de la chica...

En cuanto a la responsabilidad, bueno, te vas as un ciber ( para evitar que te localicen por la IP), te haces con una cuenta de gmail con datos inventados y el anonimato es absoluto. Basta con comentar desde un ordenador con el que no puedan relacionarte.

Si dañas la reputación de una persona de forma, ¿quién es el responsable?. Evidentemente el primero es el difamador, pero ante la imposibilidad de identificarlo, que es una circunstancia conocida de antemano por el editor del blog, creo que éste tiene responsabilidad en el hecho.

Yo entiendo la lógica la norma en base a que la libertad de expresión tiene sus límites. Otra cosa es qué entendemos por límites de la libertad de expresión. Ese es otro tema de discusión.