Me entero hoy gracias al estupendo blog de Luis Alfonso Gámez, Magonia, que a un crítico (Simon Singh) de esa seudociencia llamada quiropráctica le han demandado en Inglaterra la Asociación Británica de Quiropráctica (BCA) por... agárrense señores... DIFAMACION. Todo por decir lo que ya sabemos, que no hay ni una sola prueba científica de que corrigiendo las subluxaciones de la espina dorsal (por cierto subluxaciones que tampoco han sido demostradas científicamente) se puede corregir problemas de oido, problemas de sueño y otra serie de ridiculas afirmaciones realizadas por esta gente que cobra por hacerte chasquiditos en la espalda.
Parece ser que el problema es que en el Reino Unido las leyes contra la difamación son excesivamente duras y simplemente con acusar de difamación metes a la persona acusada en un costosísimo proceso judicial, con lo que se usa como venganza bastantes veces.
En el blog de Luis Alfonso se puede encontrar dos enlaces para firmar un manifiesto en contra de la BCA y de apoyo a Simon Singh.
Madre mía como está el mundo.
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