Esta tarde estaba esperando a mi mujer en la estación de Las Zorreras de Cercanías de Renfe y me he percatado de la foto que encabeza este post. Es curioso, porque la estación de Las Zorreras no es accesible con silla de ruedas por ningún lado. Se perfectamente que estas plazas no son solo para conductores con silla de ruedas, pero la mayoría de los usuarios de esas plazas de parking se quedarán bien cerquita de ser capaces de acceder a la estación... a escasos dos tramos de escalera.
Es la gran tontuna de lo políticamente correcto llevado a la arquitectura. Cubrir el expediente con las personas discapacitadas, pero sin hacer realmente el esfuerzo por hacerles la vida más fácil.
Yo aprendí o al menos rocé la comprensión de lo que deben pasar la gente con las sillas de ruedas cuando tuve a mi hija y nos paseábamos por Madrid con el carrito. Y al fin y al cabo el carrito al final si te pones lo coges en volandas y bajas o subes las escaleras o lo pasas entre dos coches o lo que sea, pero lo de la silla de ruedas es más problemático.
Pero al final lo que me da asco de esta foto es que se gastan en quedar de concienciados pero sin ayudar a la gente. Lamentable.
(El concurso del cumpleaños del blog sigue en pié. Léalo aquí.)
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